La promoción de la salud se dirige a mejorar las competencias en salud de los individuos y también a mejorar el entorno y la sociedad en la que éstos viven. Aunque se entiende por estilos sanos de vida “no fumar, comer sano, hacer ejercicio físico..,” se ha de entender también como la manera de general de vivir de las personas y los grupos sociales. Esto incluye, no sólo los mencionados hábitos saludables, sino las formas de pensar y de comportarse de las personas conforme a unos estilos de vida saludables.
La salud es un recurso para la vida diaria, no el objetivo de la vida. Se trata de un concepto positivo que acentúa los recursos sociales y personales, así como las aptitudes físicas. La educación para la salud tiene como objetivo formar al alumnado en conocimientos, actitudes y comportamientos que contribuyan a adquirir estilos de vida saludables. Generar actitudes y comportamientos en el alumnado exige tiempo, constancia y coherencia en los mensajes que se le aporten en el centro escolar y en las familias. Aprender y cambiar es costoso; cada persona hace progresos diferentes, a veces cortos, a medio o a largo plazo…
Ahora bien, ¿cuánta actividad física es saludable en estas Etapas de desarrollo Infantil?...
· Moverse cada día: actividades válidas para padres e hijos como caminar, tareas del hogar, juegos activos o pasear al perro.
· 3-5 veces a la semana como mínimo 20 minutos cada vez: actividades y deportes vigorosos como fútbol, patinaje, ciclismo, natación…
· 2-3 veces a la semana: actividades para potenciar la flexibilidad y la fuerza como baile, flexiones, psicomotricidad, artes marciales…
· Menos de 2 horas: ver la televisión, jugar con juegos electrónicos y con el ordenador.
La Las actividades que figuran en la base de la pirámide han de hacerse diariamente, tanto por parte de los hijos como de los padres, que deben ’predicar con el ejemplo’ si quieren que sus hijos se muevan más.
El siguiente escalón está ocupado por deportes de cierta intensidad (los que hacen sudar y provocan la falta de aliento). Para que sean eficaces deben practicarse con continuidad en el tiempo y en sesiones de una duración mínima de 20 minutos.
En el tercer lugar de este escalafón se sitúan las actividades encaminadas a potenciar el ocio saludable, la flexibilidad y la fuerza. es suficiente con llevarlas a cado dos o tres veces semanales. Es vital promover el ejercicio tanto en casa como en el colegio, lugar que ha demostrado ser un excelente canalizador para todo tipo de estrategias preventivas dirigidas a los niños.
Las iniciativas encaminadas a promover el ejercicio físico tienen que complementarse con otros cambios en los comedores, en los productos que se venden en las cafeterías de los centros o en las máquinas expendedoras de alimentos (en algunos centros se ha dejado de proporcionar refrescos y se han sustituido por alternativas más saludables, como piezas de fruta fresca o bebidas más sanas).
Para que una estrategia de este tipo tenga éxito es vital que se produzcan cambios efectivos en el entorno que faciliten el acceso a actividades deportivas. Por ejemplo, en Austria se ha puesto en marcha una experiencia piloto basada en abaratar los costes de los polideportivos y gimnasios con la idea de que el coste económico no sea un obstáculo para no moverse.
Os dejo un vídeo para animaros a realizar actividad física de forma aeróbica.